Cada verano la historia se repite. Muchos padres denuncian a través de los medios de comunicación y redes sociales la situación de discriminación que sufren sus hijos con discapacidad en campamentos de verano o actividades de ocio promovidas por instituciones públicas o privadas.
A pesar de que nuestra carta magna garantiza que no existirá discriminación por razón de raza, sexo o condición…la realidad es que muchos ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas, prohíben en sus espacios de respiro la presencia de niños con discapacidad.
En otros casos y cuando se tienen en cuenta las necesidades de las familias de niños, la solución pasa por la segregación y ofrecer espacios de respiro exclusivo sólo para personas y niños con discapacidad, una solución que no garantiza la inclusión de las personas con necesidades especiales a las que también el resto de niños y adultos neurotípicos deben aspirar si deseamos construir una sociedad justa y equitativa,
Pero… ¿Tan difícil resulta dejar de discriminar a las personas por su condición?
Hoy conocemos el caso de Nambroca, un municipio toledano que se ha propuesto crear una sociedad con igualdad de oportunidades para todos. En este primer video en el que hablamos del proyecto de “Nambroca por la inclusión”, y que estrenamos el pasado viernes en Madridejos, durante la celebración de las jornadas por la inclusión de AIRTEA, hablamos de cómo han conseguido que ningún niño quede fuera de sus actividades culturales, de respiro y de ocio.
No es tan difícil. Sólo es necesario entender que lo que no es inclusión, tienen un nombre: discriminación.
Cada verano la historia se repite. Muchos padres denuncian a través de los medios de comunicación y redes sociales la situación de discriminación que sufren sus hijos con discapacidad en campamentos de verano o actividades de ocio promovidas por instituciones públicas o privadas.
A pesar de que nuestra carta magna garantiza que no existirá discriminación por razón de raza, sexo o condición…la realidad es que muchos ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas, prohíben en sus espacios de respiro la presencia de niños con discapacidad.
En otros casos y cuando se tienen en cuenta las necesidades de las familias de niños, la solución pasa por la segregación y ofrecer espacios de respiro exclusivo sólo para personas y niños con discapacidad, una solución que no garantiza la inclusión de las personas con necesidades especiales a las que también el resto de niños y adultos neurotípicos deben aspirar si deseamos construir una sociedad justa y equitativa,
Pero… ¿Tan difícil resulta dejar de discriminar a las personas por su condición?
Hoy conocemos el caso de Nambroca, un municipio toledano que se ha propuesto crear una sociedad con igualdad de oportunidades para todos. En este primer video en el que hablamos del proyecto de “Nambroca por la inclusión”, y que estrenamos el pasado viernes en Madridejos, durante la celebración de las jornadas por la inclusión de AIRTEA, hablamos de cómo han conseguido que ningún niño quede fuera de sus actividades culturales, de respiro y de ocio.
No es tan difícil. Sólo es necesario entender que lo que no es inclusión, tienen un nombre: discriminación.